28 oct 2008

Nuestras opiniones

Quien escribe este articulo es un discapacitado físico, mi familia se traslado a Mar Del Plata para que yo ingrese a Cerenil y comience un tratamiento de rehabilitación, haciendo escuela, terapia física y ocupacional, aprendiendo a escribir a maquina ect.
Recuerdo que había una doctora psiquiatra que era muy severa, me decía que mi discapacidad no era tan grave como para que me hagan todo, si yo quería halgo tenia que tratar de hacerlo solo como pudiera sin esperar ayuda de mis padres porque algún día ellos iban a envejecer y no iban a poder ayudarme, pero uno a esa edad de 11 años piensa que el tiempo no pasa y no le hacía mucho caso, grave error.
Hoy llegando casi a los 50 años me doy cuenta que la psiquiatra tenia razón, hoy veo que mis padre llegaron a una edad que mucho no me pueden ayudar, tampoco podemos pretender que los hermanos se hagan cago de nosotros, porque ellos tienen su propia familia y tampoco sería justo.
El discapacitado debe comprender que este momento de la vida tarde o temprano llega, e ir preparándose según sus posibilidades económicas.
En mi caso yo les decía a mis padres que si había una pequeña comodidad en la terraza, el día de mañana se podía pagar una persona para que venga a vivir y ayudar, pero mis padres no quisieron pensando que el tiempo no iba a pasar.
Es para pensar.

Claudio Solfa

21 oct 2008

Si somos mayores tomemos nuestras propias decisiones

Yo soy discapacitado físico nunca habia estado en silla de rueda, del brazo de mi familia caminaba bastante bien, el problema era que no tenia el suficiente equilibrio como para lagarme solo, en un par de caídas que tuve me golpeé fuertemente la cabeza y me dio pánico, esto nunca lo pude superar totalmente.
En casa me desplazaba con un andador y cuando salíamos a pasear, como ir a la paya o ir algún lugar al el aire libre, del brazo camina bastante bien.
Al cumplir 30 años se me ocurrió comprarme una bicicleta de tres ruedas que vi por la calle, al verla yo pensé que tenia muchas posibilidades de poder manejarla, me hice llevar por mi madre a una bicicleteria, en la bicecleteria el empleado me la saco a la vereda para probarla y como me di cuenta que con un poco de practica iba a poderla manejar la compre, mi padre no estaba muy de acuerdo en la adquisición de esa bicicleta pero al ver que era tan grande mi deseo accedió.
En el patio de mi casa estuve andando unos días probando la velocidad y los frenos, como yo vivo en la calle Falucho ente Guido y Funes que esta cortada por la vía y no pasan coches, a los pocos días la saque a la calla para dar un par de vueltas, al verme los vecinos no lo podrían creer, todos me felicitaban diciéndome porque no la había comprado antes!
Como mi madre salía con un changuito para hacer las compras, yo le dije, que dejare el changuito que yo la acompañaba con la bicicleta trayéndole la mercadería en un canasto que tiene atrás, ella al principio se negó pero yo como me puse firme tuvo que aceptar.
Las primeras cuadras tuve que hacer todo lo que mi madre me decía, ir por la orilla, cruzar las calles cuando ella me decía, cuando hicimos un par de cuadras me sentí seguro y empecé a cruzar solo , mi madre se enojaba y enseguida quería regresar, yo insistía diciéndole que sabía muy bien cuando había que cruzar y seguimos hasta llegar al supermercado donde la esperaba afuera, cuando salía me cargaba la mercadería en el canasto y regresamos, así estuvimos más de un año, yo la acompañaba a hacer las compras y le traía la mercadería,
Un día decidí salir solo porque ya andaba medio ligero y mi madre quedaba 2 o 3 cuadras atrás y yo tenía que esperar a que me alcance.
Al salir solo empecé acercarme al centro y manejarme entre los coche, aprendí el funcionamiento de los semáforos y a correr aprovechando los tiempos entre uno y el otro, así no tuve ningún problema con el trafico y llegue a la costa, con el tiempo llegue a constitución, a partir de ese día fui recorriendo toda la ciudad.
El problema empezó al llegar el otoño en que los días se acortan, empecé a llegar a casa de noche pero no era muy tarde, siempre llegue entre las 19:00 hs y las 19;:30, mis padres me retaban, me decían que no querían que andara de noche, que era peligroso para un chico como yo, yo les decía que no se preocupara porque al oscurecer temprano iba únicamente al centro que estaba todo iluminado, me entretenía en la peatonal viendo vidrieras o dando vueltas por el micro centro.
Al ser discapacitado nunca imagine que iba a lograr andar solo, al andar tanto en bicicleta mejore físicamente, en los veranos andaba por la costa viendo el mar, los turistas en la playa y algunas mujeres que llaman la atención.
En el invierno del 2003 llegué a casa como siempre de noche, mi madre me reto a tal punto que no me dejo salir más, si quería salir tenia que hacerlo después de almorzar cosa que no acepte.
Al no salir más fui aumentando de peso, perdiendo agilidad hasta terminas postrado en una silla de ruedas.
No hay derecho que a los 45 años los padres nos manejen la vida como si fuéramos chicos, si yo en la vida encontré una actividad que me hacía feliz, valía la pene correr ciertos riegos.

Claudio Solfa

7 oct 2008

Exposición del taller de pintura

CIDELI (Círculo Deportivo de Lisiados), informa que con motivo del Xmo. Aniversario de su Taller de Artes Plásticas, invita a todos los interesados a su nueva muestra, en el “Espacio de Arte del Paseo Cabrales”,sito en la calle Guemes 2557 de Mar del Plata.
Los participantes del Taller expondrán sus obras; dibujos y pinturas, realizados con manos, pies y adaptación en la cabeza, desde el día 6 al 10 de octubre, la inauguración se llevará a cabo el lunes 6 de octubre a las 18 hs
Alumnos: Alejandra Saboredo-Mauricio Ibarbure-Pablo Gorospe-Rocío Gómez-Victoria Martínez-Gabriela Hormigo-Mariana Dellapiana-Cristina García-Eduardo Pérez-Alfredo Pérez-Jorge Del Val-Ángela Romano-Víctor Mesa-Verónica Domínguez-Silvina Montero-Gustavo Acosta y Stella Marys Gómez bajo la orientación de la Prof.Adriana Micheletti.